Cada día,
el mundo entero exige mejores servicios. Las urbes y metrópolis en todo el
planeta crecen a ritmo vertiginosos, creando nuevos desafíos a los gobiernos en
cuanto a cómo responder eficientemente a las necesidades de sus habitantes,
mejorando su calidad de vida, brindando mayor accesibilidad, respetando el
medio ambiente y cumpliendo cabalmente con sus metas y planes de gobierno y
desarrollo sustentable.
Este año,
la población mundial alcanzó los 7.000 millones, cifra astronómica y más cuando
consideramos que al menos la mitad habita en ciudades. ¿Qué se está haciendo para
hacer estas ciudades más habitables? El concepto de ciudades inteligentes es la
respuesta idónea para afrontar los cambios en las sociedades y sus metrópolis.
"Una
ciudad inteligente está dirigida a ciudadanos inteligentes", afirma el
director del Senseable City Lab Carlo Ratti, quien investiga sobre este tema. En
un principio, las ciudades inteligentes buscaban los medios más adecuados para
manejar de forma eficiente la energía y producir menos emisiones de CO2. Ahora
el componente clave es la tecnología de la información, cómo hacer que el
ciudadano sepa con qué servicios puede contar y cómo puede sacar el máximo
provecho de ello.
Ratti
agrega que la solución para cada ciudad es diferente, y nos da como ejemplo la
experiencia de Copenhague, Dinamarca, donde existe un uso masivo de la bicicleta. "Si más personas usan la bicicleta, esto implica menores
emisiones de CO2, ahorro de más energía, aire más limpio y saludable",
relata Ratti.
Santiago
Olivares, consejero delegado de Ferrovial Servicios en España, destaca que las
ciudades son las que establecen la relación con los ciudadanos. "Una
ciudad es más o menos inteligente si aprovechas la información disponible para
tomar decisiones que hagan a esa ciudad más eficiente o más sostenible",
afirma.
Paul Babic,
Vicepresidente de la unidad de Smart Cities de Smartmatic, compañía que asumió
este año el proyecto de automatización del sistema de recaudo del transporte enla ciudad de Cartagena, Colombia, comentó que “con la aplicación combinada de
planificación urbana y un diseño e implementación de tecnologías innovadoras se
puede mejorar notablemente el funcionamiento de una ciudad y causar un impacto
positivo en la movilidad, la ecología y la economía, mejorando de esta manera
el bienestar del ciudadano”.
Es sensato
decir que el concepto de las ciudades inteligentes engloba la transformación de
estas en urbes productivas, enmarcadas en un proyecto
colaborativo que involucre a ciudadanos y sus autoridades, aplicando
desarrollos tecnológicos que conecten a los ciudadanos con los servicios y
faciliten la convivencia en general. Bien
sea en el transporte; la preservación de alimentos o energía, la seguridad
ciudadana, la automatización de procesos administrativos, la educación y la
sustentabilidad, el futuro de una ciudad y sus habitantes reside en la adopción
de estas tecnologías que nos ayudarán a tener una mejor vida.
* Con información de El País, Vamos a Andar