Los países de la Unión Europea tienen un camino más fácil para crear documentos de identificación electrónicos más seguros y servicios de administración electrónica más sencillos y accesibles. Así se desprende de los resultados obtenidos por BioPass, el mayor proyecto europeo de investigación sobre tarjetas con chip.
El proyecto BioPass, cuyo objetivo era esarrollar nuevos estándares y tecnologías para que los estados miembros sustituyan los sistemas actuales de comunicación entre el ciudadano y los estados por modernos sistemas electrónicos, y ahorrar así papel, tiempo y gastos de administración, consiguió crear e-DNIs más seguros y rápidos, aumentando la velocidad de transferencia entre el chip y los lectores en un 800%, manteniendo el mismo nivel de seguridad.
Las investigaciones se han centrado nuevos chips de seguridad, tecnologías de encriptación, nuevos sistemas operativos para tarjetas y aplicaciones de seguridad para ordenadores y dispositivos móviles.
Estas investigaciones tienen un potencial de aplicación muy grande, ya que entre los 27 estados de la UE suman hoy unos 380 millones de tarjetas de identificación, en una población total de 500 millones de habitantes. Además, varios países europeos – Bulgaria, la República Checa, Francia, Grecia, Hungría, Polonia, Rumanía y Suiza – planean introducir en los próximos años tarjetas de identidad electrónicas basadas en estándares internacionales y en las tecnologías desarrolladas en el proyecto BioPass.
El proyecto BioPass, cuyo objetivo era esarrollar nuevos estándares y tecnologías para que los estados miembros sustituyan los sistemas actuales de comunicación entre el ciudadano y los estados por modernos sistemas electrónicos, y ahorrar así papel, tiempo y gastos de administración, consiguió crear e-DNIs más seguros y rápidos, aumentando la velocidad de transferencia entre el chip y los lectores en un 800%, manteniendo el mismo nivel de seguridad.
Las investigaciones se han centrado nuevos chips de seguridad, tecnologías de encriptación, nuevos sistemas operativos para tarjetas y aplicaciones de seguridad para ordenadores y dispositivos móviles.
Estas investigaciones tienen un potencial de aplicación muy grande, ya que entre los 27 estados de la UE suman hoy unos 380 millones de tarjetas de identificación, en una población total de 500 millones de habitantes. Además, varios países europeos – Bulgaria, la República Checa, Francia, Grecia, Hungría, Polonia, Rumanía y Suiza – planean introducir en los próximos años tarjetas de identidad electrónicas basadas en estándares internacionales y en las tecnologías desarrolladas en el proyecto BioPass.