Un censo es la fuente más confiable y detallada de información demográfica de una nación. Con la información recolectada en un censo, se pueden obtener una serie de datos valiosísimos en cuanto a los indicadores económicos, educativos, religiosos, de natalidad y mortalidad de un país que pueden servir posteriormente para fines gubernamentales o planificación económica y/o social.
Durante este mes, se está conduciendo en India y Estados Unidos el proceso de censo poblacional. Ambos países conducen sus censos cada 10 años, como hacen muchos otros siguiendo las recomendaciones de las Naciones Unidas. Los datos recolectados se emplean, entre otras aplicaciones, para calcular representantes en sus congresos, fondos para regiones, etc.
El proceso en Estados Unidos es relativamente sencillo. Consiste en enviar una planilla por correo tradicional con información básica –nombres, edad y etnia del número de personas que viven en un hogar-. La fecha tope de entrega es el 1 de mayo. Luego de esta, unos 650.000 trabajadores visitarán los hogares que no retornaron la planilla del censo. El costo estimado del proceso, 15 billones de dólares.
En India, en cambio, el costo se estima alrededor de los 1.3 billones. Considerado el más grande en la historia de la humanidad. El censo de India es primordialmente manual, con aproximadamente 2.5 millones de profesores y maestros que visitan los hogares de los censados y además de recolectar la típica información, hacen una serie de preguntas que van desde la estructura de la vivienda, número de habitaciones y baños, posesión de vehículos, computadoras, teléfonos celulares y uso de Internet.
Para ambos casos, estamos hablando de una gran cantidad de trabajo manual, de tabulación y revisión, que podrían ser simplificados empleando tecnología especializada.
Más adelante ahondaremos un poco sobre las ventajas de usar un sistema electrónico para censar poblaciones.