Para catalogar a una ciudad como Smart City, debemos primero identificar en ella la presencia y convergencia de estos seis ejes: una economía inteligente, movilidad inteligente, entorno inteligente, gente inteligente, vida inteligente, y, por último, gestión inteligente.
En el primer eje, economía (Smart Economy), describimos una ciudad con una industria “inteligente”, particularmente ciudades con industrias en las áreas de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), así como otras industrias que involucran a las TIC en sus procesos de producción. La economía inteligente además incluye a todos los factores involucrados con la competitividad económica como la innovación, el espíritu empresarial, las marcas, la productividad y la flexibilidad del mercado laboral.
El segundo eje, la movilidad (Smart Mobility), tiene que ver con la accesibilidad de los ciudadanos, tanto local e internacional, y el empleo de la tecnología moderna en la vida urbana cotidiana. Esto incluye no sólo las TIC, sino especialmente a las tecnologías modernas de transporte. Logística y planificación, así como nuevos sistemas de transporte sostenibles que mejoren el tráfico urbano y la movilidad de los habitantes.
Un entorno inteligente (Smart Enviroment) se refiere a condiciones naturales atractivas (clima, espacios verdes, etc.), control de la contaminación, gestión de manejo inteligente de los recursos y esfuerzos dirigidos a la protección y preservación del medio ambiente.
El eje diferenciador entre una ciudad digital y una ciudad inteligente lo añade la gente (Smart People). Los habitantes son inteligentes tanto en los términos de su grado de calificación o educación, como también por la calidad de su interacción social en cuanto a la integración y a la vida pública y su capacidad de apertura hacia el mundo “exterior”.
Hablar de vida inteligente (Smart Living) es compilar varios aspectos que mejoran sustancialmente la calidad de vida como la cultura, la salud, seguridad, vivienda, turismo, etc. Desarrollando cada una de estas aristas se potencia una vida más satisfactoria, plena y armónica.
La gestión inteligente (Smart Governance) comprende los aspectos de la participación política y activa, servicios para ciudadanos, así como el funcionamiento inteligente de la administración. A menudo también se refiere a la utilización de nuevos canales de comunicación, como por ejemplo, la administración electrónica o "e-democracia".
En resumen, una ciudad se puede definir como inteligente cuando muestra un desempeño positivo con base a estos seis ejes, construida bajo una combinación "inteligente" de dotaciones (comunicación, infraestructura, desarrollo económico) y actividades de ciudadanos conscientes e independientes (participación, educación) que hacen una gestión racional de sus recursos naturales, a través del gobierno participativo.
*Con información de Wikipedia