Hoy continúo con el tema de los sistemas de detección de placas de vehículos (LPR, ANPR, OCR, AVI, CPR), porque además de su utilidad en la seguridad ciudadana, existen otros escenarios donde esta tecnología puede ser puesta al servicio de comunidades organizadas y modernas. Con la extracción del número de placa del vehículo, se pueden crear soluciones automatizadas para varios problemas.
Uno de los posibles usos de estos sistemas son los estacionamientos, donde el número de la placa sirve para permitir la entrada de vehículos con puestos asignados (empleados de alguna empresa, por ejemplo). En el caso de vehículos ocasionales, el sistema puede emplearse para el cálculo del pago por el servicio.
Otro uso es el Control de Acceso. En este caso, una puerta se abre automáticamente para personal autorizado a un área restringida, reemplazando o asistiendo a un guardia de seguridad. Las entradas y salidas quedan registradas en una base de datos que puede consultare de ser necesario.
Un Peaje es quizás la aplicación más útil y común de la tecnología de detección de vehículos. Las placas se emplean en este caso, como puntos de control para calcular las tarifas de pago de los vehículos circulantes en las autopistas y carreteras.
Estos tres ejemplos, además de los beneficios ya reseñados, podrían a su vez generar una cuarta solución, el control de tráfico. Supongamos que para un edificio tenemos varias líneas de acceso (vehículos fijos, visitantes y desconocidos). Al identificar las placas de los vehículos fijos y visitantes ocasionales, el sistema contribuye de manera efectiva a reducir el tráfico, dejando una sola línea de acceso que aunque no necesariamente tendrá una entrada más expedita, no creará una congestión innecesaria si todos los vehículos utilizaran las líneas de acceso indiscriminadamente.
También pueden emplearse en los puestos de Control Fronterizo. Las entradas y salidas de los vehículos hacia otros países quedan registradas en las bases de datos y se pueden utilizar para monitorear y hacer estadísticas de cruces de frontera. Esto podría además, contribuir con aligerar el tráfico que se forma en los puntos fronterizos y acortar las colas.
Uno de los posibles usos de estos sistemas son los estacionamientos, donde el número de la placa sirve para permitir la entrada de vehículos con puestos asignados (empleados de alguna empresa, por ejemplo). En el caso de vehículos ocasionales, el sistema puede emplearse para el cálculo del pago por el servicio.
Otro uso es el Control de Acceso. En este caso, una puerta se abre automáticamente para personal autorizado a un área restringida, reemplazando o asistiendo a un guardia de seguridad. Las entradas y salidas quedan registradas en una base de datos que puede consultare de ser necesario.
Un Peaje es quizás la aplicación más útil y común de la tecnología de detección de vehículos. Las placas se emplean en este caso, como puntos de control para calcular las tarifas de pago de los vehículos circulantes en las autopistas y carreteras.
Estos tres ejemplos, además de los beneficios ya reseñados, podrían a su vez generar una cuarta solución, el control de tráfico. Supongamos que para un edificio tenemos varias líneas de acceso (vehículos fijos, visitantes y desconocidos). Al identificar las placas de los vehículos fijos y visitantes ocasionales, el sistema contribuye de manera efectiva a reducir el tráfico, dejando una sola línea de acceso que aunque no necesariamente tendrá una entrada más expedita, no creará una congestión innecesaria si todos los vehículos utilizaran las líneas de acceso indiscriminadamente.
También pueden emplearse en los puestos de Control Fronterizo. Las entradas y salidas de los vehículos hacia otros países quedan registradas en las bases de datos y se pueden utilizar para monitorear y hacer estadísticas de cruces de frontera. Esto podría además, contribuir con aligerar el tráfico que se forma en los puntos fronterizos y acortar las colas.