
Hablar de seguridad pública implica hablar de que los seres humanos como miembros de una sociedad, podamos convivir en armonía respetando los derechos individuales del otro. Y procurar la seguridad de sus ciudadanos es una de las funciones primarias del Estado.
De la mano de la tecnología, diferentes países están implementando en sus comunidades sistemas para garantizar y mejorar la seguridad de sus habitantes.
Las soluciones de vigilancia urbana se erigen como una opción para que las instancias gubernamentales encargadas de prevenir y garantizar la seguridad operen de manera más eficiente y coordinada en pro del bienestar de los ciudadanos.
Entre las funciones principales de estos sistemas se cuentan el monitoreo continuo de áreas urbanas, zonas de circulación vial y otras áreas que se consideren críticas o susceptibles de vigilancia.
Su implementación en ciudades de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, por mencionar algunos países, ha contribuido a la reducción sustancial de delitos, crímenes urbanos y vandalismo.
El beneficio directo para los habitantes se ha traducido en el aumento de su calidad de vida, la tranquilidad de poder circular libremente por sus urbanizaciones y barrios y el incremento del uso y disfrute de espacios públicos que antes estaban secuestrados por la inseguridad.